sábado, 23 de febrero de 2008

Te empujo?/Empújame


LOS CHICOS del COLUMPIO
Había una vez un Chico que empezó a gustarle la Chica del Columpio.

Desde ese instante, empezó a girar sobre El mismo eje que Ella sin atreverse a señalar el movimiento.
Sus mareos coincidían en la proporción de detalles extraviados.
Y daban vueltas y vueltas, cada uno en su velocidad de amor.
Jugaban de dos en dos giros.
Al tercer ascenso, el vértigo cesaba de golpe y uno de ellos volvía a empujar al otro.
La Chica del Columpio sonreía con dulce descuido cuando apuntaba al cielo con los pies. Entonces su pelo largo rozaba la tierra y acababa lleno de segmentos verde u ocre.
El se tumbaba sobre sí mismo para perderse entre las nubes y la olía en el vaivén. Meditaba la distancia y se mordía el labio cuando notaba felicidad, felicidad comunicante.
El Árbol de la historia, decidió silbar pájaros con palabras de madera. Echó muchas hojas de papel; que maduraron pero resultaron ser ilegibles...
Y siempre que sonaba la música de insectos, los dos se sonreían como niños. Y huidizos, asustados en la emoción, echaban a correr cada uno por su Sueño. Creo que conocían muy bien el camino que les conducia hacia el Columpio. El Tiempo, era un anillo que se dibujaba en alianza sobre el iris de cada uno.
De este modo, un día, tocaron sus manos por el aire y alcanzaron la suma de cada silencio.

Sujetos, bien sujetos y casi amarrados por tal encantamiento, se iluminaron de una absurda y maravillosa alegría:
Sabían que eran adultos.
Y dichosos del Secreto, se dieron cuenta de que el mundo se había parado a su pies

WrittedBY: "TheLiTTleEloise"

12 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

:O

Que lujo.

Que bonito.

Que bien que escribes.


Besos.

X dijo...

Precioso

Belén dijo...

Sabes lo que mas me gusta?

Como mezclas la música con el texto, creo que no puede ser de otra forma, me pongo el play y ala... a disfrutar!

besicos

Anónimo dijo...

El chico del columpio observaba a aquella chica. Serenamente mordía su labio, pero sin nervios... Mordía imaginando que aquellos no eran sus labios.
Deseaba columpiarse con ella, sentir la altura y oler el viento, para en un salto y agarrados de la mano volar y dejar que la caida fuese abrazada por el mar.

Aquel chico que miraba tenía miedo... miedo de los miedos de ella. Ella le intentaba hablar, pero él a veces (muy despistado) no la oía porque miraba las nubes, SIEMPRE PENSANDO EN ELLA. Aquel chico del columpio era feliz simplemente sabiendo que ella estaba feliz... Aquel chico que miraba a la chica del columpio daría sus fuerzas por columpiarla... para que llegase a lo más alto... para oler la estela de su pelo... y pedirle que le invitase a su columpio.

Aquel chico... SIENTE.

Habeis escrito una preciosa historia, Majestad.

atikus dijo...

genial!..esos momentos en los que el mindo se para a tus pies son bestiales...la verdad es que hace mucho....sera que he engordado y ya no me veo los pies buahhhh!!!

atikus dijo...

el mindo no, el mundo!!...es que escribo muy rápido...

perdón

isobel dijo...

me transportaste al columpio, a ver el mundo invertido, a sentir esa sensación de volver a mirar bocabajo con las piernas enroscadas en las cuerdas, gracias ummmmmmmm besitos de va y ven.

Mandarina azul dijo...

¡Qué preciosidad!
Me quedo embobada leyéndote, escuchando, mirando...

¡Bonito, bonito y bonito!

:)

Lágrimas de Mar dijo...

dan ganas de estar en ese columpio

un beso

lágrimas de mar

Carmen dijo...

¡¡¡CUMPLEAÑOS FELIZ!!!
¡¡¡CUMPLEANOS FELIZ!!!
¡TE DESEAMOS TODOS TUS COMENTARISTAS...
CUMPLEAÑOS FELIZ!!!!

Tu blog es fresco, colorido, luminoso... un acuario donde da gusto venir a refrescarse.

Besos, vecina andaluza.

BELMAR dijo...

;)

Pedro Jorge dijo...

Me encantó, es una canción lo que has hecho. Además, se me vienen a la mente mil imágenes de columpios, vaivenes y sorpresas, como ésas que te suele dar la vida.

¿Estás lista para las sorpresas?