viernes, 26 de octubre de 2007

Hippocampus

Los p0etas griegos utilizaban la palabra Hippocampus para describir una bestia mitológica que transportaba a los dioses marinos en el lomo. Esta criatura era mitad pez y mitad caballo.

La reproducción de los Caballitos de Mar, estos peces asustadizos, tímidos y peculiares, es una de las más curiosas del reino animal. Los caballitos de mar buscan pareja para aparearse toda su vida. El ritual de apareamiento comienza con un cortejo. El macho inicia una danza alrededor de la hembra produciendo chasquidos con el cráneo y tanto el macho como la hembra cambian de color.
La pareja se oculta entre los corales, esponjas o algas y se sujetan con la cola. Luego se aventuran a dejar su escondite para flotar con las colas entrelazadas por el fondo de mar.
Después de un tiempo, la hembra estira el cuerpo apuntando con la cola hacia abajo y la nariz hacia la superficie. En este momento, el macho retrae la cola y comienza a succionar y bombear agua por una bolsa del vientre. Después de enjuagar la bolsa, el macho estira el cuerpo y une su vientre al de la hembra. La pareja se engancha cuando la hembra pone su
órgano desovador, o tubo para depositar los huevos, en la bolsa del macho. Por este tubo sale de la hembra una serie de huevos grandes y pegajosos en forma de pera que se depositan en la bolsa. Una vez que los huevos están seguros en la bolsa, el macho libera el esperma para fecundarlos. Después de que todos los huevos han pasado a la bolsa, el macho desciende al fondo marino meneándose de un lado al otro para asentar los huevos en el fondo de la bolsa.
La mañana después del inicio del embarazo del macho, la pareja se reúne y realiza los primeros pasos de su ritual de apareamiento. Cambian de color, danzan y entrelazan las colas. Después de este saludo matutino, la hembra deja al macho por el resto del día y regresa a la mañana siguiente para repetir el ritual.
Y teniendo en cuenta, su variable longevidad según la especie, cuando uno de los miembros de la pareja muere, su compañer@, arrastra por la cola al otro por todo el fondo marino en señal de duelo y pérdida.Y desde el fondo marino... una preciosa canción de Mercedes Sousa:
Alfonsina y El Mar


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