El corazón clorofila

Tengo la fresca intuición de que todo es posible. Que el cielo está cerca de cada individuo y su momento de costumbres. Incluso, que cada cepillo de dientes contiene una historia y a veces podría ser hasta desechable, cambiante de sitio, de color...de forma, de gracia"
TU, yo... cada uno, en su espejo, frente al instante clorofila. La mente en un punto neutro.
Ellos: los eléctricos, los manuales, nos conocen, nos identifican, tienen memoria de los compañeros de viaje del cubilete, allí donde los guardamos o les damos asilo... Ellos saben nuestro nivel de cansancio, de la amorosidad a nuestro cuerpo, de los nervios o de la alegría al ver esa pasta de dientes rayada y simpática, o verde, o con sabor... y del Postenjuague...
Si los cepillos hablaran... guiñarían diciéndonos:
- "Pero dónde estás, dónde te encuentras mientras me tienes en tu mano? ¿Qué mirada es esa? Yo que soy tu fiel aliado de sonrisas y de minutos dias/noches que no son tenidos en cuenta... pero individuo: Yo conozco Tu cara: La Verdadera, porque soy Tu Cepillo"
Y continuaría:
"Puedo ser de un absurdo terrible. Puedo ejercer mi influencia de cepillo de dientes para que me sonrías desde el espejo: somos el reflejo de nuestra existencia efímera"
Y así, dependiendo del diálogo-monólogo o atención a cualquier otro objeto o persona... cada cual reconoce su propio Episodio Cepillo.
Hasta puede ser consternador recordar quién nos dice/ decía, quién sabe: ve a cepillarte los dientes... hasta el desgaste o contacto de la cercanía.

Y es que, probablemente, merece algo la pena que le prestemos atención.
No todo va a ser lo típico y rutinario ni siquiera... para un corazoncito de clorofila como ellos.