pinceladas de lluvia

Quien dice que la lluvia
no ejerce su distorsionante guitarra eléctrica violeta bajo esa superficie de languidez.
Quien dice que no es una de las mejores músicas de fondo de presentación del día o la noche.
Llueve
y todo es probablemente algo mas sensible:
como de acuarela...
con ajustes de tonos y modulación de piel incluso.
Y los ojos se abren y cierran como un paraguas.
Los charcos del vacío se llenan de movimiento y consiguen formas autónomas.
Los tejados entonan su coro de niñez.
Llueve y todo es dedicado y no delicado.
Es visual y ciego como una gran renuncia del pensamiento en el instante de sentirla.
La sensación envuelve como una manta de hogar y hace bostezar al mismisimo diablo.
El parabrisas del coche devuelve el paisaje confuso de un lunes urbano y constamente empañado por notas de sol y lluvia.
Se trata de un amor disonante , es lo que acabo de advertir .
Que la lluvia aparece inconstante, con su especial toque de especias...y es complicado no quedar seducidos por su letanía de encantos.